Después de haber definido la estructura básica de nuestra novela tenemos que empezar a generar acción. Para ello necesitamos personajes.
¿Y cómo creamos personajes?
—No creándolos.
Lo anterior puede sonar completamente opuesto, pero aquí va mi lógica.
Lo principal de todo, a mi modo de ver, es que no tenemos que crearlos desde 0, porque entonces no dejarían de ser personajes. Necesitamos tomar de referencia aspectos de nuestra vida cotidiana. A partir de ahí dotaremos al personaje que necesitamos de cierta personalidad.
Así crearemos una persona a la que meteremos de lleno en nuestra novela tomando parte activa de la acción.
¿Qué datos necesitamos de un personaje?
Nombre
Este es un asunto complicado, el de dar un nombre al personaje antes de haberlo utilizado.
Lo que hago yo es algo raro, por llamarlo de alguna forma. Escribo un par de escenas o capítulos en los que esté involucrado el personaje en cuestión. A partir de ahí le pido que me diga su nombre. Con esto ya puedo crear una ficha en la que empezaré a anotar los datos que vayan surgiendo durante el proceso de escritura o mientras nos tomemos un café. Esto también es raro pero lo explicaré más abajo.
También podremos mirar en una guía de nombres el significado del mismo para dar mayor profundidad.
Edad
No hace falta tener una edad concreta, como 17 o 23 años para nuestro personaje, sino más bien un rango de edad en el que se situará. Esto es necesario para desentrañar la personalidad del mismo personaje ya que no pensamos, hablamos o actuamos igual cuando estamos rondando los 20, los 40 o los 60.
Físico
Necesitaremos ciertos datos básicos para poder visualizar a nuestro personaje en acción. Cuando estamos leyendo un libro, y a partir de los datos que el autor nos da del personaje, solemos ver lo que está ocurriendo. Esto es similar a la hora de crear.
Deberemos saber la altura, el color de los ojos, pelo, piel. También si tiene alguna marca o cicatriz o incluso si le falta algún miembro. La constitución física es importante; si es delgado o más grueso y también a partir de ahí que tipo de ropa lleva, etc.
A tomar un café con nuestros personajes
Los personajes que creemos tendrán algo nuestro, algo de nuestros conocidos o familiares o algo que hayamos creído ver en personas de la calle.
Para escribir tenemos que conocer a nuestros personajes y qué manera mejor que tomarnos un café con él o ella y simplemente charlar un rato. Bien podríamos darnos un paseo o estar sentados en un banco en compañía de una charla imaginaria. Sólo necesitaremos una simple libreta y un bolígrafo para tomar notas de las cosas que vayamos descubriendo.
Lo ideal sería hacerlo en silencio si estamos en algún lugar publico, sobre todo para que no nos lleven con una camisa de mangas largas de las que se atan por detrás. Pero si estamos a solas o no nos importa lo que digan de nosotros lo podremos hacer a viva voz, con lo que conseguiremos descubrir nuevos aspectos sobre nuestro personaje como la cadencia con la que habla, el tono, el lenguaje, si tartamudea o es brusco al hablar.
Todo esto nos hará crear mejores personajes y en definitiva una mejor novela.
En un futuro artículo definiremos qué necesita un buen personaje.