De hecho, aunque no sea para escribir, aprende.
Esto no es en sí un artículo, no creo que dé para tanto, incluso puede que lo que diga sea obvio para todos, pero creo que es necesario recordarlo.
Normalmente los que escribimos tenemos ideas que queremos hacer crecer, y la mayoría de las veces estas germinan en un entorno conocido. Desarrollamos situaciones que se parecen a las nuestras y hasta ahí está todo bien, son aguas conocidas.
Pero hay veces que nos gusta sacar los pies del tiesto y arriesgar. Ese es el momento en que tenemos que conocer qué sabemos, e intentar aprender lo que no.
Por ejemplo, para escribir de un género que no conocemos, como el de terror, tendremos que hacer una investigación que puede ir hasta donde queramos. Buscando listas de características del estilo o leyendo el mismo género durante un tiempo para sintetizar sus peculiaridades.
Si queremos que nuestros personajes tengan habilidades o profesiones de las que no conocemos nada, o lo hacemos a un nivel muy simple, tendremos que hacer los deberes y aprender lo necesario como para no meter la pata; por eso mis personajes suelen ser informáticos o soñadores…
Por ejemplo, esto es muy útil, lo de aprender, cuando se van a relatar escenas de acción. Yo sé algo de Judo porque lo practiqué durante años de niño. Ese conocimiento es cada vez más limitado pues se ha ido borrando de mi memoria: los pasos concretos, los nombres de las técnicas, etc. Pues hay que recordarlo para poder crear una escena realista, y que mantenga la tensión en el lector como si estuviera viendo un combate real en el que una estrangulación está a punto de tener éxito.
Así que nada, aprende a hacer cosas nuevas, no sólo será útil para escribir mejor, sino para el día a día.