Fugaz
Una noche como otra cualquiera,
en un bar tomando una cerveza,
hasta que esa morena belleza,
apareció haciendo…
Los versos no salían, pero no podía dejar de pensar en ella. La había conocido hacía escasas 48 horas, no se le iba de la cabeza. Era la cara más bonita que había visto en mucho tiempo, aunque había un problema: no podía recordarla.