Durante unos días he estado escribiendo una historia a base de microcuentos en twitter, no lo sabía el primer día, al segundo me quedó medio claro que había un hilo conductor, al último estaba seguro de que la historia estaba completa.
Así que, de cinco microcuentos ha salido un minicuento… como si de una fusión de mechas se tratara pra crear un robot más grande.
Otra cosa es el tema, en el que no me encuentro muy cómodo; sabéis que siempre tiro por la fantasía o la ciencia ficción, algo de misterio y asesinato quizá, pero no suelo trabajar este género: interno, romántico, no sé.
Día 1
No es una batalla que pueda librar, pero la montaña rusa de emociones: de la alegría por volver a cruzar momentos a la desazón al saberla lejos, me deja exhausto. Poco a poco recupero el aliento, me recompongo, me centro; respiro y dejo de pensar. Duermo y no sueño.#microcuento
— Antonio Zarzo Gómez (@Antonito3x) 6 de octubre de 2018
Día 2
Despierto, húmedo, bañado en agotamiento. Ella no está, pero su olor se mantiene en mi olfato, su suave piel sigue acariciando las yemas de mis dedos y su etéreo cabello me hace cosquillas en el pecho. Ella no está, miro al techo, recuerdo que ella nunca ha estado.#microcuento
— Antonio Zarzo Gómez (@Antonito3x) 7 de octubre de 2018
Día 3
He ascendido del nivel -2, el -1 es más cálido, la temperatura es casi 0 grados. Ya casi puedo ver la luz del Sol por las rendijas, dentro de nada podré sentir sus rayos calentándome la piel, lo que queda de ella; salir de la caja fue difícil y dejé parte de mi allí.#microcuento
— Antonio Zarzo Gómez (@Antonito3x) 8 de octubre de 2018
Día 4
Cuarto día, ya a pie de calle. He tardado más en resucitar que el híbrido alienígena. Saber que no funcionaría me ha ayudado a olvidarla de ese modo, aunque el recuerdo de su risa y de su roce todavía provoca en mí sensaciones extrañas. Camino a equivocarme otra vez.#microcuento
— Antonio Zarzo Gómez (@Antonito3x) 9 de octubre de 2018
Día 5
Salgo a la calle, llueve, pero las gotas se evaporan en cuanto besan el asfalto caliente, demente. Levito sobre vapores, me desplazo a grandes zancadas pisando las baldosas que se elevan desde el suelo, vuelo. Soy ligero, me deshice de cargas, disfruto. Soy absoluto.#microcuento
— Antonio Zarzo Gómez (@Antonito3x) 10 de octubre de 2018
Y así quedó la historia, de bajada a los infiernos y recuperación, una historia en la que muchos humanos os podéis ver reflejados.