Hace unas semanas me llegó una solicitud para hacer la reseña de una novela, hay veces que sucede así, y después de buscar la sinopsis y comprobar que podía tratar de un tema interesante me decidí a comentarle al interesado que podría leer su novela en unas semanas.
Por ello hoy voy a hablar de Cuando el olvido nos alcance, de Raúl García Reglero.
Datos
La novela se puede englobar dentro de la ciencia ficción, en su versión soft porque no hay muchos tecnicismos en ella, y tiene una longitud de unas 250 páginas. Aunque también podría encajar dentro del género del thriller tecnológico.
Se puede encontrar en edición digital y en papel.
Resumen
En la novela podemos ver la historia entrelazada de cuatro personajes, en un entorno hostil para la humanidad en el que se ha baneado la posibilidad de mantener las imágenes personales y en el que se ha extendido la tecnología capaz de modificar recuerdos o incluso vidas enteras.
Aquí podemos ver la sinopsis de la página de venta:
En un mundo sin memoria, cuatro personas conviven con el resto de la población en un planeta distribuido por comunidades donde la gente se agrupa en función de su capacidad económica. No existen las fronteras. Cualquiera puede residir en cualquier lugar, siempre que se lo pueda permitir.
La historia de la humanidad ha sido eliminada. La manipulación mental, ampliamente aceptada, permite borrar los recuerdos más dolorosos, otorgando a las personas que se someten a ella, una nueva libertad.
El hacking mental es utilizado por grupos mafiosos sin escrúpulos con la intención de manipular a su antojo a una parte de la población. Sólo la Amapola, un movimiento que no se resigna a aceptar este orden, se opone con vehemencia.
Sin embargo, la intrínseca confusión ligada a esta sociedad, hace que nadie sea lo que aparenta.
Valoración Personal
Al comenzar a leer la novela me chocó, y me frenó, el hecho de que la voz de los personajes fuera demasiado igual, aunque supuse la razón al quinto o sexto capítulo; aún así me parece que deberían diferenciarse de manera más clara. Además, se echan de menos personajes femeninos que vayan más allá de lo decorativo o anecdótico, lo que hace que el uso de una misma voz sea más acusado.
El estilo es recargado, excesivo en adjetivos que, si bien sirven para meternos en la atmósfera de las ciudades en las que ocurre la acción, ralentizan demasiado la lectura, frenando el ritmo más allá de lo razonable.
Pero no todo va a ser negativo, la historia está bien hilada, con tramos buenos. Tiene su dosis de moraleja y se puede disfrutar al mismo tiempo que se piensa durante su lectura, aunque creo que más profundad en el grupo de la Amapola le hubiera hecho subir muchos enteros a la novela.